La Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) reclama que los alumnos que se presentan a la prueba para obtener el carné de conducir hayan superado un curso previo de primeros auxilios. De esta forma, los nuevos conductores podrán hacer frente a situaciones de emergencia en carretera.
Así lo manifestó la vicepresidenta de este colectivo, María Carmen Castro, en las jornadas sobre Seguridad Vial celebradas la semana pasada en Zaragoza. A su juicio, “una vez activado el sistema de emergencia P.A.S (Proteger, Avisar y Socorrer), la actuación de ayuda al herido no solo va encaminada a salvarle la vida, algo que a veces no es posible, sino que pretende que las lesiones producidas no se agraven por una actuación desafortunada o por la ausencia de unos cuidados elementales mínimos”.
No es la única reivindicación de este colectivo. Castro insistió en una demanda histórica, la de que los alumnos hayan recibido un número mínimo de clases prácticas en la autoescuela antes de presentarse al examen. Así se reducirían los suspensos y la “frustración” de los candidatos, y se aligeraría el atasco de exámenes que sufren las Jefaturas provinciales.
“Tristemente, los alumnos y sus familias en algunos casos dan únicamente valor a la obtención del documento en sí mismo más que al aprendizaje”, declaró. En este sentido, recordó que otros países europeos sí exigen una preparación mínima -como en Francia, Alemania o Rumanía-, y denunció las ofertas “engañosas” derivadas de la crisis económica que algunas autoescuelas promocionan, garantizando al posible cliente el aprobado con solo “cuatro o cinco clases”.
La proliferación de suspensos, además, influye en el número de agresiones físicas y verbales hacia los examinadores, según este colectivo, ya que en la mayoría de las Jefaturas suelen ser los mismos. Desde hace años vienen denunciando estas situaciones de riesgo, que obligaron a la DGT ha incluir mejoras a la hora de comunicar el resultado de la prueba al alumno.
Más reclamaciones
Por otro lado, los examinadores de Tráfico apuestan por una serie de mejoras que repercutan en la seguridad vial, como suprimir la posibilidad de que se pueda conducir una moto de hasta 125 centímetros cúbicos únicamente con el permiso tipo B “sin haber acreditado siquiera haberse montado en una alguna vez”, criticó su vicepresidenta.
Además, abogan por los cursos periódicos de reciclaje cada vez que se renueve el carné de conducir, a la par que exigen que los profesores de autoescuela tengan que obtener una titulación oficial dentro del sistema de educación reglada.
En este apartado, a su vez, proponen que los centros de formación sean recompensados con más fechas de examen cuanto más alto sea su porcentaje de aprobados, fomentando así la competitividad y los buenos resultados.
Fuente: Heraldo
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